sábado, 1 de agosto de 2015

Conflicto, Mediación y Psicología Social - Jorge Leoz

Conflicto, Mediación y Psicología Social Jorge Leoz
 
  "El conflicto es un signo de que existen verdades más amplias y perspectivas más bellas"
A.N. Whitehead
 
La noción de conflicto es clave y eje central del pensamiento de la Psicología Social. El conflicto es inherente a la interacción humana.
Conflictos entre los hombres. Conflictos en y entre las áreas y ámbitos en los que se desarrolla la vida cotidiana de los seres humanos (individuos, grupos, instituciones, comunidades). La resolución de los conflictos se refiere tanto a la superación de los obstáculos que se presentan como a los procesos que implican los caminos que conducen a la satisfacción de las necesidades: los acuerdos y desacuerdos, los encuentros y desencuentros, las tareas complementarias, las diferencias y los juegos de poder, las coincidencias y los objetivos en común, etc.
Cuando hablamos de conflicto en Psicología Social nos referimos al amplio espectro que en la interacción e interrelación humana va desde situaciones y cuestiones que se elaboran con cierta rapidez, casi sin "problema" (aun cuando toda satisfacción de necesidades es búsqueda, mediatez, y por lo tanto es problema), hasta situaciones complejas que derivan en complicaciones, antagonismos, llegando a veces a estereotipias, rigideces o cristalizaciones, cuya posibilidad de resolución requiere la consulta o intervención de operadores (terceros) que aporten elementos o instrumentos eficaces para la superación del conflicto. En este último caso nos estamos refiriendo a situaciones enmarcadas en lo que Pichón-Riviére señalaría como adaptación pasiva a la realidad.
Dicho de otro modo, conflicto alude al motor vital del acontecer humano tanto en el sentido de la adaptación activa como pasiva a la realidad y es una noción clave para cualquier operador en salud preocupado por los conceptos y criterios que direccionan su accionar, tanto desde el punto de vista de la Prevención (y sus distintas formas) como de la Promoción de Salud.
Hablar sobre la noción de conflicto nos remite a un tema que en estos últimos tiempos esta teniendo auge: Mediación. La práctica de la mediación está comenzando paulatinamente a extenderse en nuestro país (especialmente en ámbitos judiciales y de terapia familiar, y diversas organizaciones). Así también están comenzando a surgir cursos y seminarios formativos sobre el tema.
Algunos de estos cursos se realizan en Escuelas de Psicología Social. Entendemos que los roles psicólogo social y mediador son compatibles y complementarios.
Uno de los diversos motivos que acerca a estos roles es la noción de conflicto: para la Mediación también esta es clave y eje de su teoría y metodología. Psicología Social y Mediación actúan en relación con conflictos interaccionales procurando la búsqueda de las resoluciones, una y otra requieren operadores formados en temáticas que hacen a la comprensión de la conducta humana para poder actuar sobre ella. Esto significa no solo lo actitudinal del operador. Sobre este último punto las Escuelas de Psicología Social orientadas según la línea y el pensamiento del Dr. Enrique Pichón-Riviére tienen vasta experiencia.
Dentro de las líneas existentes en Mediación, la que posiblemente enfatiza mas en lo actitudinal y en la comprensión psicológica es la que propone Sara Cobb que desde hace muchos años trabaja en Estados Unidos con un modelo denominado "circular".  
Para Sara Cobb, mediar no es arbitrar u "ordenar" entre las partes en conflicto sino ingresar a un sistema (con "tercero" incluido) de búsqueda de acuerdos mínimos, en el cual se transparente un meta-sistema: la aprehensión de los mecanismos que permiten la salida o el logro de esos acuerdos. Donde si bien importa el logro de los acuerdos, también importa el protagonismo de las partes, y el logro de un aprendizaje mas profundo que es el que las partes obtengan recursos para aprender a resolver conflictos (deutero-aprendizaje). Si tuviéramos que pensar articulaciones con la Psicología Social podríamos hacerlo con la tarea del psicólogo social cuando coopera (co-piensa) para que las situaciones dilemáticas devengan problemáticas. Mediador y psicólogo social no solucionan "en el lugar de" sino que se posicionan en la intervención (etimológicamente un venir entre) para que los polos (o partes) que configuran la tensión de los conflictos se dialecticen, dialoguen construyendo una nueva Narrativa (Mediación) o Novela (Psicología Social).
Pero, si decimos que el conflicto es motor vital en nuestra vida cotidiana porque la satisfacción de necesidades es siempre búsqueda y mediatez, y por lo tanto problemática, generadora de tensión, ¿significa esto que siempre necesitaremos de terceros, de operadores, de mediadores, de psicólogos sociales, de terapeutas, etc., para andar por la vida? ¿Como responder esta pregunta? Nos remite a las concepciones, ideologías, mas profundas de nuestra existencia, a nuestras filosofías de vida en general y en particular a como pensamos la salud y la salud mental (nuestra salud).
El conflicto del conflicto es quizás que alcanzamos a visualizarlo cuando no nos queda mas "remedio" que reconocerlo como tal. El conflicto lo asociamos a la enfermedad, a lo que no "debería ser" o "estar", a lo que hay que "suprimir", a lo que hay que curar. Es evidente que nuestra educación está atravesada por un modelo médico hegemónico que se nos impone en nuestra interioridad: síntoma-enfermedad-remedio-cura. Hemos aprendido poco a prevenir, a fortalecer y enriquecer nuestros potenciales para mejorarlos porque tendemos a creer que lo conflictivo es solo cuando no nos entendemos o malentendemos con los otros.
Para el lector esto puede resultar una mezcolanza. Esta mezcla tiene un sentido: la interacción y vinculación con los otros esta asociada a cómo nos vinculamos con nosotros mismos (intra e intersubjetividad), somos cuerpo y conducta (la "y" es de integración y no de disociación). Y una idea acerca del conflicto diferente a la que utilizamos cotidianamente.
E. De Bono considera que el problema del conflicto no se encuentra en el conflicto mismo, sino en las creencias de las personas, dice al respecto: "Las creencias son muy difíciles de erradicar o alterar. A menudo las personas prefieren mantener una creencia y no aceptar la evidencia de sus sentidos. El conflicto surge cuando un sistema de creencias cree que los valores que de el se desprenden deben ser aplicados en todas partes y adopta como misión hacer que esto suceda".
Y lo mas interesante de este autor es su propuesta de dos neologismos. De-conflicción: sería la disipación o eliminación de los fundamentos de los conflictos. Y la conflicción: sería establecer, estimular y promover el conflicto.
Si pensáramos un sentido mas restringido de la noción de conflicto podríamos decir que conflicto es un choque de creencias o valores o intereses o direcciones. En este caso la conflicción estaría ligada a todo aquello que precede a ese choque pero no en una "espontaneidad" del mismo sino a un proceso deliberado en el que se "construye" el conflicto. La de-confliccion sería la tarea de desarticulación de los elementos precedentes (fundamentos incluidos) que generan el choque para derivarlos, ya no a una negociación o acuerdo o resolución, sino a un proyecto que trasciende hacia una alternativa o perspectiva nueva y diferente. De Bono, precisamente, habla de proyectos como la mejor manera de resolver conflictos.
La tarea de desarticulación como de proyecto, sin embargo, no es una tarea simple, alude a una complejidad de aspectos. Un "choque" conflictivo no se produce solamente por diferencias de intereses, sino también porque estas diferencias son consideradas significativas, y para que sean consideradas de esta manera requiere, según lo expresa Sara Cobb, de un consenso que es construido por instituciones y grupos y por lo tanto son resultado de procesos sociales. Según dicha autora "los conflictos deben ser entendidos como un fenómeno discursivo, un proceso que involucra la interacción de historias, una interacción que acaba por ser rotulada como problemática por el sistema en el interior del cual estas historias son contadas", pero y además los conflictos son definidos como tal "por el sistema en cuyo interior son observados". Los profesionales de la práctica de resolución de los conflictos que ellos median; están, mas bien, activa y paradójicamente involucrados en la construcción del conflicto como tal".
A modo de ejemplo: un proceso de mediación puede comenzar con el "aparente" simple choque de intereses de dos vecinos en conflicto por la medianera de sus casas para llegar a un trasfondo de base que quizás no era visible, como podría ser una problemática de discriminación racial o religiosa, que posiciona a las partes en actitudes "irreconciliables" (Intereses individuales atravesados o "sobre-cargados" con ideologías producto de procesos sociales). La intervención del operador no puede prescindir de una revisión de como en el proceso pueden ponerse en juego sus propios aspectos discriminadores o prejuiciosos. Las decisiones para un "acuerdo mínimo" van mas allá del discurso de derechos que puede amparar a cada una de las
partes, sino que han ingresado en un sistema mas complejo, mas amplio, de fuerte incidencia en el discurso que obstaculiza la posibilidad de un acuerdo inmediato, ya que las partes consideran cada cual lógica y legítima su posición (inclusive el logro de un acuerdo no significa necesariamente resolución del conflicto). La tarea de conflicción, deconflicción y proyecto se ubicaría no tanto en la medianera en si (y las cuestiones formales-legales que le corresponden) sino en la "legitimidad" de las posiciones de las partes, en las intenciones, en los valores puestos en juego, en el proceso que derivo en el conflicto y en el juego de las "identificaciones" (circularización). En otras palabras: en la posibilidad de las partes de comprender lo "depositado" en la medianera que genere un cambio hacia una "historia" alternativa.
 Para finalizar este punto, algunas consideraciones:
  1) Pretendí acercarme a la noción de conflicto para abrirlo antes que para agotarlo. Quedaron en el tintero muchas mas cosas por decir y profundizar acerca de los conflictos.
2) Este acercamiento intento ser el punto de partida para otro acercamiento que me resulta mas importante: El de la Psicología Social y la Mediación. Creo que sería necesario avanzar en la investigación y profundización de la multiplicidad de adecuaciones, articulaciones, conceptos de encuentro y desencuentro de ambas disciplinas, tanto en sus aspectos teóricos como metodológicos y prácticos.
3) Sería deseable que dicha investigación y profundización acompañe una mayor extensión de la práctica de la Mediación: que ésta no quede reducida tan solo a los ámbitos judiciales y terapéuticos y su sistematización en los mismos sino que se abra a ámbitos institucionales (oficiales, empresariales, comunitarios, etc. ) en donde existen necesidades de mediación en conflictos y también "mediadores" que trabajan muchas veces más por intuición que por formación (sin descalificar la intuición sino con la intención de señalar que formarse es un modo de afirmarse en conocimientos que ya se tienen por practicas o experiencias realizadas.)
 





No hay comentarios:

Publicar un comentario