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CONTRADICCIONES GRUPALES Y PSICOLOGÍA SOCIAL
Ronaldo Wright
Publicado en El Semejante -
Año 6 Nro. 36 de abril de 2007
Avanzando un poco más en el
recorrido que iniciamos al analizar el concepto de dialéctica y sus leyes
específicas —que aplica nuestra Psicología Social— para adentrarnos ahora en
las contradicciones que conducen a la producción de un
saber-hacer-aquí-y-ahora. Cuando los operadores psicosociales trabajamos
coordinando grupos, nuestra tarea se resuelve al modo de una mayéutica
socrática sostenida por un diálogo crítico
Así, se van alternando ideas
e interrogantes múltiples que tienen una direccionalidad y, precisamente,
derivan en la producción del referido “saber”
Veamos a continuación
algunos de los pares contradictorios que se presentan en los procesos grupales
y que son, en definitiva, los que tenderán a la promoción de transformaciones
creativas (“inventos”) de lo existente, redundando en una mayor —y mejor—
adaptación activa a la realidad
Las cinco contradicciones
fundamentales que aquí abordaremos son las siguientes:
1) “sujeto - grupo”,
2) “necesidad -
satisfacción”,
3) “lo viejo - lo nuevo”,
4) “proyecto -resistencia al
cambio”, y
5) “lo manifiesto - lo
latente”
Comentaremos algunas
consecuencias que conlleva la aplicación de la dialéctica a la comprensión de
los procesos grupales, operando con los distintos ropajes que tales pares
opuestos presentan en el decurso de su movimiento espiralado
Cada situación grupal, cada
una de sus etapas constitutivas que la determinan, va a estar marcada por el
predominio de alguna de estas contradicciones, a la que llamaremos,
consecuentemente, contradicción dominante o principal
Abramos la temática con algo
más de detalle y, por supuesto, sin una pretensión mayor que la de constituir
un esbozo meramente ilustrativo acerca de esta cambiante dinámica
Sujeto - Grupo: Conocemos a
este par dialéctico como verticalidad (lo referido a la historia personal del
individuo) y horizontalidad (aquello que involucra a todos los miembros de un
grupo)
Esta contradicción suele
aparecer fuertemente en las primeras reuniones de un grupo nuevo, jugándose
aquí el impacto subjetivo de cada integrante frente a los demás
Ser soporte de las escenas
transferenciales de los otros es siempre inquietante
Vemos, además, que un polo
está contenido en el otro, pues todo grupo está integrado por sujetos y en todo
sujeto siempre encontramos presente su grupo interno (familia, maestros,
referentes ideológicos, etc.)
Es importante el respeto a
la singularidad y a las diferencias, pues un grupo con la fantasía de ser todos
iguales logra convertirse en una masa amorfa, ya que no se discute, no hay
oposición… y no hay crecimiento
Jaime Rozenbom dice: “para
ser dos lo mejor es que cada uno sea uno”
Necesidad - Satisfacción:
Entendemos al individuo como un ser de necesidades, que sólo se satisfacen
socialmente en relaciones que lo determinan
En los grupos advertimos que
cada miembro tiene sus propias necesidades, como así también puntuales
expectativas de satisfacción
La necesidad es el
fundamento motivacional del vínculo. Pues, entonces, nos encontraremos con
necesidades comunes, complementarias y contradictorias
El proyecto grupal será la
estrategia que va a permitir cubrir esas necesidades
Podríamos plantear una
fórmula ideal: a partir de la satisfacción de las necesidades complementarias,
marchemos a la búsqueda de satisfacer las necesidades comunes, resolviendo en
el trayecto las necesidades contradictorias
Un posible peligro surge en
grupos donde siempre se está acríticamente conforme con lo producido
Hablamos aquí de
estancamiento en la satisfacción
Lo viejo - Lo nuevo: Tal
como podemos apreciar, lo nuevo tiene muchas veces la tendencia a colocarse
como enemigo del sujeto, pues requiere de recursos operativos para su
resolución
Por apasionante que pueda
ser una tarea grupal, siempre está al acecho su par opuesto: la resistencia
Esta contradicción
dialéctica es permanente, es constante
Un polo está contenido en el
otro, pues lo viejo alguna vez fue nuevo y el destino de lo nuevo es
transformarse en viejo
Desde nuestra óptica
psicosocial, en los cambios hay por lo menos tres momentos de relevancia: a) la
negación de aspectos sustanciales de lo viejo; b) la conservación de otro modo
de algo de aquello que era lo anterior; y c) la superación dialéctica y la
ulterior emergencia de lo nuevo
Tal superación es el
fundamento principal, la síntesis de un orden superior y más acabado
Proyecto - Resistencia al
Cambio: El proyecto es la estrategia para la acción que permitirá la
satisfacción de las necesidades
Implica, por ende, elaborar
un futuro adecuado de un modo dinámico, con un estilo propio y con una
concepción que contemple la propia finitud del individuo
Pero sabemos que toda
situación grupal es potencialmente generadora de ansiedades, produciendo tanto
desestructuraciones como reestructuraciones en sus integrantes
Si ese umbral de ansiedades
se eleva bastante, suele aparecer la resistencia al cambio
Frente a la tarea del grupo
surgen dos miedos básicos: 1) el miedo a la pérdida del equilibrio ya logrado;
y 2) el miedo al ataque de la nueva situación, en la que el sujeto no se siente
adecuadamente instrumentado
Ambas ansiedades básicas,
que coexisten y cooperan entre sí, configuran —cuando su monto aumenta— la
aludida resistencia al cambio
Lo manifiesto - Lo latente:
Existen dos categorías de fenómenos que los Psicólogos Sociales debemos
distinguir: por un lado, la dimensión de lo manifiesto o explícito; y por el
otro, el mundo de lo latente o implícito, lo subyacente u oculto
Ello toda vez que incluimos
los contenidos inconscientes para comprender el acontecer grupal
Cada miembro del grupo, al
hablar “dice más” de lo que voluntariamente quiere
Más que hablar, somos
hablados
Pues, al hacerlo cada sujeto
se hace portavoz —inconscientemente— de sus modelos de pensar, sentir y hacer…
de sus matrices de aprendizaje
Toda vida psíquica es
considerada como la interacción entre aspectos del mundo interno (grupo interno)
en permanente interrelación dialéctica con el mundo exterior
Aplicando técnicas de acción
idóneas podemos lograr hacer explícito un contenido oculto pues todo pozo, por
profundo que sea, empieza por la superficie
Sostenemos una Psicología
Social que no pretenda transformarse en una cosmovisión de mundo inamovible,
sino que pueda encontrarse con otros saberes en su condición de verdadera
interciencia.
La singularidad humana se
construye en su realización con los otros —en la intersubjetividad— como así
también en el interior de una cultura concreta. Cuando operamos en el terreno
de lo grupal y sus contradicciones, la posición del coordinador psicosocial
oscilará entre una ataraxia no respondiente y una cálida sensibilidad, en pos
de cohesionar eso de lo heterogéneo que hallamos en el pensar, en el sentir y
en el hacer de cada integrante
Una contradicción nunca va
en contra de una coherencia
Desde nuestro lugar de
co-pensores y agentes del cambio planificado, estamos acostumbrados a trabajar
con lo opuesto, con lo distinto, con lo diferente…afortunadamente!!! Sólo los
peces muertos nadan con la corriente
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